Al final de un camino rural en el norte del estado, donde el pavimento se convierte en grava y parece rendirse a la tierra, se encuentra un hogar que se siente como si hubiera sido colocado con intención. 109 Paul Horn Rd no es solo una casa: es un refugio, una granja y una promesa de una forma de vida más lenta y rica. Rodeada de 5.50 acres de campos abiertos y bosques, la propiedad ofrece completa privacidad y vistas a las montañas, un centinela silencioso que vigila la tierra. El sol sale temprano aquí y se queda hasta tarde, proyectando luz dorada sobre el patio de concreto estampado y brillando en la piscina enterrada. Es el tipo de lugar donde los días de verano se estiran largos y perezosos, y las noches se pasan bajo estrellas que los habitantes de la ciudad olvidan que existen. Las piedras serpentean por la propiedad como viejos amigos, y un gallinero está listo para tu parvada, con espacio para acoger cabras, ovejas y otros compañeros de granja que elijas traer a tu hogar. Dentro, el hogar es cálido y acogedor. La cocina rural, con sus gabinetes blancos, encimeras de granito y electrodomésticos de acero inoxidable, se abre a la sala de comedor. La sala de estar se centra alrededor de una chimenea de leña, perfecta para las noches nevadas en Catskill, mientras que la sala familiar ofrece espacio para extenderse, crear o simplemente estar. Los pisos de madera corren por la sala de estar y varias habitaciones, el azulejo ancla la cocina y los baños, y la alfombra suave suaviza la suite principal. El lujoso vinilo de tablones anchos añade un toque moderno a la sala familiar mientras la luz natural fluye a través de cada ventana, iluminando las texturas y tonos que hacen que esta casa se sienta como un hogar. En la planta superior, cinco dormitorios ofrecen espacio para dormir, huéspedes o actividades creativas. Un baño completo sirve al nivel superior, y cada habitación recibe el mismo suave resplandor que llena el resto del hogar. Pero la historia de 109 Paul Horn Rd no termina en la línea de la propiedad. A solo unos minutos se encuentra el pueblo de Catskill, un lugar donde la historia y la creatividad se entrelazan. Una vez los terrenos de pintores de la Escuela del Río Hudson como Thomas Cole, el pueblo aún vibra con energía artística. La Calle Principal está llena de galerías, tiendas boutique y restaurantes que se sienten atemporales y frescos. El Sitio Histórico Nacional Thomas Cole ofrece un vistazo a las raíces de la pintura de paisajes americanos, mientras que el Hudson River Skywalk conecta Catskill con Olana, el hogar de Frederic Church, otro titán del movimiento. Catskill es más que un centro cultural: es una puerta de entrada a la aventura. Navegar por el río Hudson, hacer senderismo en las montañas Catskill y esquiar en Windham Mountain están al alcance. El calendario del pueblo está salpicado de festivales estacionales, mercados de agricultores y eventos comunitarios que reúnen a vecinos y visitantes y celebran el patrimonio de la región. Ya sea un concierto de verano en el parque o un paseo fresco de otoño a través del Riverside Walk o el Santuario Audubon RamsHorn-Livingston, Catskill te invita a reducir la velocidad y saborear. Vivir en 109 Paul Horn Rd significa despertarse con el canto de los pájaros en lugar del tráfico, medir el tiempo en estaciones en lugar de horarios, y encontrar belleza no solo en el paisaje, sino en el ritmo de una vida bien vivida. Aquí es donde tu historia encuentra su escenario, anidada en las colinas y el corazón de Catskill.

At the very end of an upstate country road, where the pavement turns to gravel and seems to surrender to the land, sits a home that feels like it was placed with intention. 109 Paul Horn Rd isn't just a house - it's a retreat, a homestead, and a promise of a slower, richer way of life. Surrounded by 5.50 acres of open fields and woods, the property offers complete privacy and mountain views, a silent sentinel that watches over the land. The sun rises early here and lingers late, casting golden light across the stamped concrete patio and shimmering in-ground pool. It's the kind of place where summer days stretch long and lazy, and evenings are spent under stars that city dwellers forget exist. Stones meander through the property like old friends, and a chicken coop stands ready for your flock, with room to welcome goats, sheep, and other farm companions you choose to bring into your homestead. Inside, the home is warm and welcoming. The country kitchen, with its white cabinets, granite countertops, and stainless steel appliances, opens into the dining room. The living room centers around a wood-burning fireplace, perfect for snowy Catskill nights, while the family room offers space to sprawl, create, or simply be. Hardwood floors run through the living room and several bedrooms, tile anchors the kitchen and baths, and plush carpet softens the primary suite. Wide plank luxury vinyl adds a modern touch to the family room while natural light pours through every window, illuminating the textures and tones that make this house feel like home. Upstairs, five bedrooms offer space for sleeping, guests, or creative pursuits. A full bath serves the upper level, and every room is touched by the same quiet light that fills the rest of the home. But the story of 109 Paul Horn Rd doesn't end at the property line. Just minutes away lies the town of Catskill, a place where history and creativity intertwine. Once the stomping grounds of Hudson River School painters like Thomas Cole, the town still hums with artistic energy. Main Street is lined with galleries, boutique shops, and eateries that feel both timeless and fresh. The Thomas Cole National Historic Site offers a glimpse into the roots of American landscape painting, while the Hudson River Skywalk connects Catskill to Olana, the home of Frederic Church, another titan of the movement. Catskill is more than a cultural hub - it's a gateway to adventure. Boating on the Hudson River, hiking in the Catskill Mountains, and skiing at Windham Mountain are all within easy reach. The town's calendar is dotted with seasonal festivals, farmers markets, and community events that bring neighbors and visitors together and celebrate the region's heritage. Whether it's a summer concert in the park or a crisp autumn stroll through the Riverside Walk or RamsHorn-Livingston Audubon Sanctuary, Catskill invites you to slow down and savor. Living at 109 Paul Horn Rd means waking up to birdsong instead of traffic, measuring time in seasons instead of schedules, and finding beauty not just in the landscape, but in the rhythm of a life well-lived. This is where your story finds its setting, nestled in the hills and heart of Catskill. © 2025 OneKey™ MLS, LLC