Una notable diseñadora de joyas y artista diseñó e impregnó su hogar en 13.5 acres en Germantown con el espíritu de su crianza entre los Maasai en África. Las dos casas en la propiedad encarnan una estética que fusiona la simplicidad absoluta con el lujo de la textura y el color. La pareja de graneros convertidos en hogares delimita el final del camino de entrada. Cada uno está rodeado por porches y tiene ventanas altas y vastas puertas que se abren a la naturaleza e invitan a la luz y las vistas. Imagínate reunirte al anochecer bajo el fragante dosel del extenso árbol catalpa o encontrar comunión con la tierra en un paseo matutino temprano. Vigas expuestas, mesas de caballete de madera natural, encimeras de piedra, altillos y planos de planta abiertos crean la ilusión de que el interior y el exterior son uno y lo mismo. Los lavabos y otros accesorios forjados de metal puro y las paredes de bloques de madera sin tratar son ejemplos de un espacio curado por una sensibilidad tanto elemental como artística. La casa principal tiene cuatro chimeneas que comparten una enorme chimenea de ladrillo que se eleva orgullosamente a través del centro del edificio. Hay una bañera de patas de garra o de pedestal en cada piso, incluida una al aire libre, forjada en cobre martillado. El amplio plano de planta abierto que abarca el espacio de vivir, cocinar y comer domina el piso principal. También hay un comedor separado, tres espacios para dormir, numerosos rincones acogedores y una oficina ordenada. El segundo granero sirve como un lugar para reuniones, celebraciones y alojamiento adicional para huéspedes. Los espacios comunes interiores fluyen hacia los espacios exteriores, incluyendo un amplio porche en dos secciones, una de las cuales está cubierta. Una bañera de patas de garra roja tomate y una mesa de picnic resaltan en el porche sin techo contra el rico gris de las paredes exteriores. Cuando es necesario cerrar puertas, las hay, pero en ausencia de necesidad, el tema de estas casas es la fluidez. Una armonía ininterrumpida entre el hogar y la naturaleza y entre los diversos y a menudo indefinidos espacios interiores. Senderos para caminar a través del bosque y la fácil proximidad a Hudson, Tivoli, Rhinebeck y muchas comodidades del Valle de Hudson hacen de esta propiedad tanto un escape fantástico como una puerta a más.

A notable jewelry designer and artist designed and infused her homestead on 13.5 acres in Germantown with the spirit of her upbringing among the Maasai in Africa. The two houses on the property embody an aesthetic that merges both utter simplicity with the luxury of texture and color. The pair of barns-turned-homes bracket the end of the driveway. Each is wrapped by porches and has soaring windows and vast doors that open to nature and invite light and views. Imagine gathering at dusk under the fragrant canopy of the sprawling catalpa tree or finding communion with the earth on an early morning walk. Exposed beams, natural wood trestle tables, stone countertops, lofts, and open floor plans create the illusion that inside and outside are one and the same. Sinks and other fixtures forged of unadulterated metal and walls of rough-hewn wooden blocks are examples of a space curated by a sensibility both elemental and artful. The main house has four fireplaces that share an enormous brick chimney that rises proudly through the center of the building. There is a clawfoot or pedestal tub on every floor, including one outside, forged of hammered copper. The large open floor plan that encompasses living, cooking, and dining space dominates the main floor. There is also a separate dining room, three sleeping spaces, numerous cozy nooks, and a tidy office. The second barn serves as a place for gatherings, celebration, and houseguest overflow. Interior communal spaces flow onto the outdoor spaces, including a wide porch in two sections, one covered. A tomato red clawfoot tub and picnic table pop on the roofless porch against the rich gray of the exterior walls. When there need to be doors to close, there are, but absent necessity, the theme of these houses is fluidity. Uninterrupted harmony between home and nature and among the various and often unconventionally-defined interior spaces. Walking trails through the woods and easy proximity to Hudson, Tivoli, Rhinebeck, and many Hudson Valley amenities make this property both a fantastical escape and a doorway to more. © 2025 OneKey™ MLS, LLC