Un Nido Modernista Soñado Flotando Sobre Tompkins Square Park.

Diseñado por el arquitecto Joel Sanders y presentado en numerosas publicaciones, este loft reimaginado dentro de la Christodora House es más que un hogar: es un ícono modernista que ofrece una combinación verdaderamente rara de confort, estilo duradero y una ventana a la vitalidad de la ciudad. Flotando sobre Tompkins Square Park, la residencia ocupa un raro espacio liminal donde la estructura y el paisaje se disuelven el uno en el otro. A través de las ventanas originales de marco de acero, el parque y el horizonte se convierten en un mural vivo, mientras que la luz y el volumen se tratan como materiales primarios en la propia arquitectura.

Originalmente dos apartamentos, el espacio ha sido reconstruido en un ambiente singular y fluido con pisos de madera blanqueada y una paleta restringida y monocromática. La sala de estar presenta asientos lujosos integrados en la carpintería a medida que optimiza las vistas y el espacio. Cada elemento sirve a la composición, creando una atmósfera tranquila e inmersiva donde la arquitectura se mueve en consonancia con la luz cambiante del día.

La cocina es tanto escultural como funcional, con electrodomésticos ocultos de Miele, cajones de refrigerador integrados y una nevera para vinos, armarios de vidrio negro esmerilado, y una isla flotante geométrica que une el servicio y el diseño. En los dormitorios, la cama flotante y las mesitas de noche están integradas sin costuras en la arquitectura, creando una suite modernista. Armarios personalizados desaparecen detrás de puertas correderas, creando transiciones sin costuras entre el espacio público y privado. El baño continúa el diálogo modernista con piedra negra mate, una profunda bañera japonesa y una partición de vidrio esmerilado.

A lo largo del loft, aire acondicionado central, calefacción radiante, un sistema de sonido Bowers & Wilkins alimentado por Sonos, y un sistema de iluminación Lutron personalizado—potenciado por la misma tecnología LED que la aguja del Empire State Building—permiten que la vibra se ajuste a tu estado de ánimo.

Este sereno loft se sitúa justo por encima de la exuberante línea de árboles del recientemente restaurado y replantado Tompkins Square Park. Los colores de las cuatro estaciones del parque llenan tangiblemente el espacio a través de las grandes ventanas, proporcionando un respiro de la ciudad circundante. Tompkins Square cuenta con un histórico parque para perros; praderas recién replantadas; senderos sinuosos y bancos; algunos de los árboles más antiguos y hermosos de Manhattan; y conciertos y eventos frecuentes.

La Christodora House ofrece a los residentes servicios completos que incluyen un portero las 24 horas, ascensor, almacenamiento privado (según disponibilidad), lavandería en cada piso y espacios comunes recién renovados. La Christodora House sigue siendo uno de los edificios más emblemáticos del centro, con algunos de los restaurantes, lugares, bares, tiendas y clubes más aclamados de la ciudad justo fuera de sus puertas.

Construida en 1928 y luego hogar de figuras culturales como Iggy Pop, Julia Stiles y Vincent D'Onofrio, la Christodora se erige como un artefacto vivo del legado creativo del centro—un emblema perdurable de transformación, arte y permanencia silenciosa.

Evaluaciones mensuales a corto plazo de $980; inquire para más detalles.

A Dreamy Modernist Aerie Floating Above Tompkins Square Park.

Designed by architect Joel Sanders and featured in numerous publications, this reimagined loft inside the Christodora House is more than a home- it's a modernist icon offering a truly rare combination of comfort, enduring style, and a window to the vibrancy of the city. Floating above Tompkins Square Park, the residence occupies a rare liminal space where structure and landscape dissolve into one another. Through original steel-framed windows, the park and skyline become a living mural, while light and volume are treated as primary materials in the architecture itself.

Originally two apartments, the space has been reconstructed into a singular, flowing environment with white-washed hardwood floors and a restrained, monochromatic palette. The living area features luxurious seating integrated into the custom millwork that optimizes the views and space. Every element serves the composition, creating a quiet, immersive atmosphere where architecture moves in concert with the day's shifting light.

The kitchen is both sculptural and functional, with hidden Miele appliances, integrated refrigerator drawers and wine fridge, frosted black glass cabinetry, and a geometric floating island that bridges service and design. In the sleeping quarters, the floating bed and nightstands are seamlessly integrated into the architecture, creating a modernist suite. Bespoke closets vanish behind pocket doors, creating seamless transitions between public and private space. The bathroom continues the modernist dialogue with matte black stone, a deep Japanese soaking tub, and a frosted glass partition.

Throughout the loft, central air, radiant heat, a Sonos-powered Bowers & Wilkins sound system, and a custom Lutron lighting system-powered by the same LED technology as the Empire State Building's spire-allow the vibe to shift with your mood.

This serene loft sits just above the lush treeline of the recently restored and replanted Tompkins Square Park. The colors of the park's four seasons tangibly fill the space through the large windows, providing a respite from the surrounding city. Tompkins Square features a storied dog park; newly replanted meadows; winding paths and benches; some of the oldest and most beautiful trees in Manhattan; and frequent concerts and events.

Christodora House offers residents full-service amenities including a 24-hour doorman, elevator, private storage (as available), laundry on each floor, and newly renovated common spaces. The Christodora House remains one of downtown's most storied buildings, with some of the city's most acclaimed restaurants, venues, bars, shops, and clubs just outside its doors.

Built in 1928 and later home to cultural figures like Iggy Pop, Julia Stiles, and Vincent D'Onofrio, the Christodora stands as a living artifact of downtown's creative legacy-an enduring emblem of transformation, artistry, and quiet permanence.

Short-term monthly assessments of $980; inquire for details.