Una casa que pertenece a las montañas. Situada en dos acres similares a un parque, justo enfrente del Arboreto Mountain Top, esta cabaña de 1904 en Onteora Park, una de las 20 diseñadas por el artista George Agnew Reid, combina el atractivo atemporal de la artesanía de principios de siglo con actualizaciones modernas pensadas.

Un porche envolvente conduce a la puerta holandesa original, que se abre a una gran sala de doble altura con techos altos, una majestuosa chimenea de piedra de campo y una galería de trovador adornada con murales de la Escuela del Río Hudson, una característica distintiva de las cabañas de Reid. Igualmente adecuada para grandes reuniones o noches tranquilas junto al fuego, es el ancla arquitectónica y social de la cabaña. Desde aquí, el comedor formal se conecta con una cocina con comedor que cuenta con amplios armarios y una isla central, abriéndose directamente al patio de piedra para una comodidad de comedor al aire libre.

El plano de la casa es espacioso pero íntimo; una configuración suave y serpenteante que crea calidez y privacidad. En la planta superior, dos dormitorios principales con baño privado se sitúan en extremos opuestos de la gran sala. Dos dormitorios adicionales y un baño completo compartido ocupan el ala occidental. Un nivel de ático terminado agrega un dormitorio, una sala de estar y un baño de 3/4.

Los trabajos de carpintería originales, las vigas expuestas, las ventanas divididas, las barandillas de abedul y la característica mampostería de Onteora expresan la distinta herencia de la casa. Estos detalles, en conjunto con cuatro majestuosas chimeneas y vistas hacia el sur de las Montañas Catskill, evocan una armonía elemental en diálogo con el paisaje circundante. Esa armonía se afirma y se proyecta hacia afuera en la sutilmente escalonada y trapezoidal línea del tejado, que parece un eco de las montañas más allá.

Las comodidades incluyen un sótano de vino de refrigeración natural; un gimnasio en la planta baja con ducha de vapor adyacente al patio; una fogata; y una sala de billar con paneles de madera. Las mejoras recientes añaden un nuevo sistema de calefacción de propano de ocho zonas, un nuevo sistema séptico, suelos de madera refinados y un extenso repuesto de mampostería en toda la propiedad. La propiedad se beneficia de un generador de respaldo Kohler y un servicio eléctrico enterrado desde la carretera.

Los dos acres exquisitos de la cabaña están salpicados de árboles maduros y tienen una entrada circular, dieciséis manzanos y un muro de piedra seco. Conectando la meticulosa pavimentación exterior, un paseo de piedra corre desde el porche hasta un patio delantero adornado con vistas a las montañas, y continúa hacia el patio trasero aislado con una mesa de piedra hecha a medida.

Al otro lado de la carretera, tierras propiedad del Arboreto Mountain Top aseguran vistas sin obstrucciones. En la parte trasera, la propiedad colinda con miles (sí, miles) de acres de tierras salvajes para siempre que se extienden hacia el norte hasta el Lago Colgate y la naturaleza salvaje de Windham-Blackhead Range. Deer Mountain Inn y el Onteora Club están a minutos de distancia.

Esta es una oferta rara para quienes buscan un escape en el norte del estado con una procedencia arquitectónica, vistas protegidas y proximidad a las comodidades culturales y naturales de los Catskills: 5 minutos a la bulliciosa Tannersville, 10 minutos a Hunter, 15 minutos a Windham y poco más de 2 horas desde el GWB.

A home that belongs to the mountains. Set on two park-like acres directly across from the Mountain Top Arboretum, this 1904 Onteora Park Arts & Crafts cottage, 1 of 20 designed by artist George Agnew Reid, marries the timeless appeal of turn-of-the-century craftsmanship with thoughtful modern updates.

A wraparound porch leads to the original Dutch door, opening into a double-height great room with soaring ceilings, a grand fieldstone fireplace, and a minstrel’s gallery adorned with Hudson River School murals, a hallmark of Reid’s cottages. Equally suited to large gatherings or quiet evenings by the fire, it is the architectural and social anchor of the cottage. From here, the formal dining room connects to an eat-in kitchen with ample cabinetry and a central island, opening directly to the stone patio for effortless al fresco dining.

The floor plan is roomy yet intimate; a gentle, meandering configuration that creates warmth and privacy. Upstairs, two ensuite primary bedrooms sit at opposite ends of the great room. Two additional bedrooms and a shared full bath occupy the western wing. A finished attic level adds a bedroom, den, and 3/4 bath.

Original millwork, exposed timbers, divided-lite windows, birch banisters, and characteristic Onteora masonry express the home’s distinct lineage. These details, in concert with four stately fireplaces and south-facing views of the Catskill Mountains, evoke an elemental harmony in dialogue with the surrounding landscape. That harmony is affirmed and carried outward in the subtly staggered, trapezoidal roofline, seemingly an echo of the mountains beyond.

Amenities include a naturally cooled wine cellar; a first-floor gym with steam shower adjoining the patio; a fire pit; and a wood-paneled billiards room. Recent improvements add a new eight-zone propane heating system, a new septic system, refinished hardwood floors, and extensive masonry repointing throughout. The property benefits from a Kohler standby generator and buried electric service from the road.

The cottage’s two exquisite acres are dotted with mature hardwoods and fronted by a circular drive, sixteen apple trees, and a dry-laid stone wall. Connecting the meticulous hardscaping, a stone walkway runs from the porch to a front patio graced by mountain views, and onward to the secluded rear patio with a bespoke stone table.

Across the road, land owned by the Mountain Top Arboretum ensures unobstructed views. To the rear, the property abuts thousands (yes, thousands) of acres of forever-wild land stretching north to Colgate Lake and the Windham–Blackhead Range Wilderness. Deer Mountain Inn and the Onteora Club are minutes away.

This is a rare offering for those seeking an upstate escape with architectural provenance, protected views, and proximity to the cultural and natural amenities of the Catskills—5 minutes to bustling Tannersville, 10 minutes to Hunter, 15 minutes to Windham, and just over 2 hours from the GWB. © 2025 OneKey™ MLS, LLC