Un Espacio Único Reimaginado en el Corazón de Hudson
Elevándose con tranquila grandeza en el histórico Distrito de la Armería de Hudson, esta iglesia de ladrillo de 1870 ha renacido como una extraordinaria residencia privada — una fusión perfecta de patrimonio y arte moderno.

En el interior, techos de 30 pies elevan la vista hacia vigas labradas a mano y paredes de ladrillo salpicadas de luz, mientras que un plano abierto de 2,500 pies cuadrados crea una atmósfera tanto expansiva como íntima. Cada detalle se siente intencional: una cocina gourmet diseñada para la conversación tanto como para la cocina; serenos baños nuevos que equilibran utilidad con elegancia; y aire acondicionado central que garantiza comodidad en cada estación.

La pieza de resistencia es la suite principal loft — un tranquilo nido que contempla el vasto vestíbulo principal, coronado por la ventana circular original de vitrales de la iglesia. Cada mañana, la luz coloreada se derrama a través del vidrio en patrones cambiantes, transformando la habitación en una obra de arte viviente.

Totalmente equipada y parcialmente amueblada, este raro santuario invita a la imaginación — igualmente adecuado para un atelier de diseño, un retiro de artista o una vida vivida expansivamente. A pasos de las galerías, cafés y el pulso cultural de Hudson, ofrece tanto inspiración como refugio.

A Unique Space Reimagined in the Heart of Hudson
Rising with quiet grandeur in Hudson’s historic Armory District, this 1870 brick church has been reborn as an extraordinary private residence — a seamless blend of heritage and modern artistry.

Inside, 30-foot ceilings lift the eye toward hand-hewn beams and light-dappled brick walls, while an open 2,500-square-foot plan creates an atmosphere both expansive and intimate. Every detail feels intentional: a gourmet kitchen designed for conversation as much as cooking; serene new baths that balance utility with elegance; and central air ensuring comfort through every season.

The pièce de résistance is the lofted primary suite — a tranquil aerie overlooking the vast main hall, crowned by the church’s original circular stained-glass window. Each morning, colored light spills through the glass in shifting patterns, transforming the room into a living work of art.

Fully equipped and partially furnished, this rare sanctuary invites imagination — equally suited to a designer’s atelier, an artist’s retreat, or a life lived expansively. Steps from Hudson’s galleries, cafés, and cultural pulse, it offers both inspiration and refuge. © 2025 OneKey™ MLS, LLC