Por primera vez en la historia, Mill Farm —que abarca más de 2,000 acres contiguos en Ancramdale, Nueva York— se ofrece al mercado. Casi toda la granja está rodeada de miles de acres de tierras de conservación protegidas adyacentes, lo que la convierte en la única granja operativa de 2,000 acres en la región, garantizando un nivel de privacidad e integridad ecológica que no puede ser duplicado. Con una rica historia, The Mill House data de la era de la Guerra Revolucionaria y de la familia Livingston, y es la conversión del famoso Grist Mill "Defiance", un raro hito sobreviviente de la industria americana temprana que estableció la primera base comercial de la región. En su núcleo se encuentra la Mill House, una joya arquitectónica de aproximadamente 5,600 pies cuadrados situada directamente sobre el arroyo Punch Brook, donde el agua fluye a través de la propia casa para alimentar su histórico sistema de molino de turbina hidráulica. Hay una cascada cerca de la Mill House que es una característica viva y siempre presente del entorno, ya que es visible desde casi cada habitación. Adyacente, la antigua casa del molinero ha sido reinventada como un cine privado, fusionando un carácter de siglos con un lujo moderno. Crest Lane, una obra maestra de aproximadamente 3,500 pies cuadrados, se erige como una segunda joya arquitectónica, presentando una sala de estar con ventanales y vistas panorámicas del valle. Más allá de estas residencias primarias, la propiedad incluye 8 casas unifamiliares, incluidas cuatro cabañas recién renovadas, cada una en su propia parcela de escritura, ofreciendo una flexibilidad sin igual para la familia, los huéspedes o una futura inversión. Las dos residencias principales, la Mill House y Crest Lane, están conectadas por un sistema interno de caminos de grava de tres millas. La tierra misma es un activo definitorio. Este es, sin lugar a dudas, la granja operativa más grande dentro de dos horas de la ciudad de Nueva York, con producción de heno certificado orgánico, suelos de valle fértiles y elevaciones ascendentes tanto al este como al oeste que enmarcan vistas extraordinarias. Graneros raros del siglo XVIII, incluido un notable granero holandés, permanecen como testimonios duraderos de la historia agraria de América. Un sistema de molino de viento activo todavía suministra agua a varios puntos de la granja, mientras que los acuíferos y tributarios garantizan una abundante disponibilidad de agua. El valor recreativo y ecológico es igualmente profundo. La granja contiene más de 18 millas de senderos perfeccionados y transitables que interconectan cada rincón de la propiedad, creando una red para montar a caballo, explorar y acceder a recursos. Tres millas del intacto arroyo Punch Brook, un arroyo designado de trucha del estado de Nueva York, atraviesan la propiedad, un cuerpo de agua prístino bajo la custodia privada. La granja también alberga hábitats de lince documentados y áreas de estudio en asociación con Panthera.org. Su límite oriental colinda con un vasto santuario de aves de conservación, asegurando un entorno natural interrumpido y extendiendo la sensación de total aislamiento por miles de acres en todas direcciones. Mill Farm combina de manera única la productividad agrícola, la resonancia histórica y la importancia ecológica. Con su escala inigualable, legado y proximidad a la ciudad de Nueva York, representa una oportunidad que no existe en ninguna otra parte del noreste: un hito vivo, nunca antes disponible en el mercado abierto.

For the first time in history, Mill Farm — Spanning more than 2,000 contiguous acres in Ancramdale, New York, — is being offered to the market. Almost all of the farm is surrounded by thousands of acres of adjacent protected conservation land, making it the only 2,000-acre working farm in the region, ensuring a level of privacy and ecological integrity that cannot be duplicated. Steeped in history, The Mill House dates back to the Revolutionary War era and the Livingston family, and is the conversion of the famed Grist Mill “Defiance,” a rare surviving landmark of early American industry that established the region’s first foundation of commerce. At its core is the Mill House, an approximately 5,600-square-foot architectural treasure set directly on the Punch Brook Stream, where the water flows through the home itself to power its historic hydro turbine mill system. There is a waterfall set close to the Mill House that is an ever present living feature of the environs, as it is closely visible from nearly every room. Adjacent, the former Mill Keeper’s House has been reimagined as a private movie theatre, blending centuries-old character with modern indulgence. Crest Lane, an approximately 3,500-square-foot masterpiece, stands as a second architectural jewel, featuring a windowed living room with sweeping views across the valley. Beyond these primary residences, the property includes 8 single-family homes, including four newly renovated cottages, each on its own deeded parcel, offering unmatched flexibility for family, guests, or future investment. The two main residences, the Mill House and Crest Lane, are connected by a three-mile internal gravel road system. The land itself is a defining asset. This is arguably the largest working farm within two hours of New York City, with organic-certified hay production, fertile valley floors, and rising elevations to both the east and west that frame extraordinary views. Rare 18th-century barns, including a remarkable Dutch Barn, stand as enduring testaments to America’s agrarian history. An active windmill system still feeds water to various points across the farm, while aquifers and tributaries ensure abundant water availability. Recreational and ecological value are equally profound. The farm contains more than 18 miles of perfected, drivable trails that interconnect every corner of the property, creating a network for horse riding, exploration, and access to resources. Three miles of the untouched Punch Brook, a designated New York State trout stream, run through the property—a pristine waterway under private stewardship. The farm is also home to documented bobcat habitats and study areas in partnership with Panthera.org. Its eastern boundary adjoins a vast conservation bird sanctuary, ensuring uninterrupted natural surroundings and extending the feeling of total seclusion for thousands of acres in every direction. Mill Farm uniquely combines agricultural productivity, historical resonance, and ecological significance. With its unmatched scale, legacy, and proximity to New York City, it represents an opportunity that exists nowhere else in the Northeast — a living landmark, never before available on the open market. © 2025 OneKey™ MLS, LLC