Una casa adosada de estilo federal, renovada por un arquitecto, en el corazón de West Village

Escondida detrás de una clásica fachada de ladrillo en un bloque emblemático de West Village, la calle Barrow 39 es una rara casa adosada de estilo federal, renovada por un arquitecto, que ofrece un diseño refinado, una historia significativa y una distribución excepcional para la vida moderna.

Originalmente construida en 1826 y cuidadosamente rediseñada por el arquitecto Reed A. Morrison, la casa se extiende a lo largo de cuatro pisos y aproximadamente 2,466 pies cuadrados, con dos dormitorios, una oficina o suite de invitados de piso completo y dos baños y medio. Las mejoras recientes incluyen una restauración completa de la fachada trasera y el escalón, una nueva caldera, un tanque de almacenamiento de agua caliente, un sistema de HVAC completamente reemplazado, una nueva lavadora/secadora y un nuevo lavavajillas.

El piso del salón está anclado por una chimenea de leña y ventanales de gran tamaño que traen luz dramática a la sala de estar, con techos de más de 11 pies de altura. El área de comedor fluye hacia una cocina de chef equipada con electrodomésticos de primera línea, incluyendo una estufa y horno empotrados Gaggenau, un horno Gaggenau adicional, un refrigerador Subzero, un lavavajillas Bosch y grifos Dornbracht. Una segunda entrada a la casa es accesible a través del jardín privado trasero, que abre directamente a la Séptima Avenida.

El nivel del jardín ofrece un segundo espacio habitable con otra chimenea de leña y acceso al jardín exterior ajardinado, un santuario cubierto de hiedra con espacio para entretenimiento, comedor y plantación.

En la planta de arriba, el tercer piso está configurado como una oficina o sala de medios de piso completo con acabados de madera personalizados, un refrigerador Sub-Zero y otra chimenea de leña, un baño en suite y una terraza con vistas a los techos del vecindario. El piso superior está dedicado a la suite principal, que cuenta con una claraboya, closets generosos y dos baños.

Arquitectónicamente significativa e icónica culturalmente, la fachada trasera de 39 Barrow fue presentada en la portada de The New Yorker. Parte de una rara fila sobreviviente de casas de principios del siglo XIX, la propiedad es una parte distinguida del tejido arquitectónico de West Village, a pocos pasos de los mejores restaurantes, tiendas e instituciones culturales de la zona.

An Architect-Renovated Federal-Style Townhouse in the Heart of the West Village

Tucked behind a classic brick façade on a landmarked West Village block, 39 Barrow Street is a rare, architect-renovated Federal-style townhouse offering refined design, meaningful history, and an exceptional layout for modern living.

Originally built in 1826 and thoughtfully redesigned by architect Reed A. Morrison, the home spans four stories and approximately 2,466 square feet, with two bedrooms, a full-floor office or guest suite, and two-and-a-half baths. Recent upgrades include a full rear façade and stoop restoration, a new boiler, hot water storage tank, an entirely replaced HVAC system, new washer/dryer, and new dishwasher.

The parlor floor is anchored by a wood-burning fireplace and oversized casement windows that bring dramatic light into the living room, with ceiling heights over 11 feet. The dining area flows into a chef’s kitchen equipped with top-of-the-line appliances including a Gaggenau range and wall oven, an additional Gaggenau oven, Subzero refrigerator, Bosch dishwasher, and Dornbracht fixtures. A second entrance to the home is accessible through the private rear garden, which opens directly onto Seventh Avenue.

The garden level offers a second living space with another wood-burning fireplace and access to the landscaped outdoor garden — an ivy-draped sanctuary with space for entertaining, dining, and planting.

Upstairs, the third floor is configured as a full-floor office or media room with custom millwork, Sub-Zero refrigerator, and additional wood burning fireplace, an en-suite bath, and a terrace overlooking the neighborhood rooftops. The top floor is dedicated to the primary suite, featuring a skylight, generous closets, and dual baths.

Architecturally significant and culturally iconic, the rear façade of 39 Barrow was featured on the cover of The New Yorker. Part of a rare surviving row of early 19th-century homes, the property is a distinguished part of the West Village’s architectural fabric — moments from the area’s best restaurants, shops, and cultural institutions.