Una oportunidad rara de poseer una de las últimas casas adosadas verdaderamente notables y arquitectónicamente significativas de la ciudad de Nueva York. Rica en historia y carácter, esta joya de Gramercy Park se destaca como una de las residencias privadas más legendarias del país.

Los orígenes de la casa son tan únicos como su diseño. Construida por primera vez en el Ámsterdam del siglo XVII por adinerados propietarios holandeses, fue cuidadosamente desmantelada y enviada a Manhattan en 1845, encontrando inicialmente hogar en el Upper West Side. En 1910, fue trasladada una vez más, esta vez a su ubicación actual, donde fue reinterpretada por el aclamado arquitecto inglés Frederick J. Sterner. Encargada por el magnate del azúcar Joseph B. Thomas, la casa se conoció como la Casa Joseph B. Thomas. Desde entonces, ha permanecido sorprendentemente intacta, siendo su propietario más reciente un diseñador de moda y filántropo de fama mundial. Durante décadas, albergó fiestas icónicas y sirvió como un salón creativo para algunas de las mujeres más influyentes de la sociedad.

El exterior es una impactante muestra del estilo gótico revival, con audaces ventanas de vidrio teñido en cada nivel, intrincados detalles de piedra y una distintiva línea de tejados de cuento. Masivas puertas de madera talladas se abren a casi 7,000 pies cuadrados distribuidos en cuatro pisos más un entrepiso, ofreciendo tanto grandeza como una sensación de intimidad.

En el interior, la casa deja una impresión duradera desde el momento en que entras en el gran vestíbulo de entrada, donde un clásico piso de piedra flamenca establece el tono. La joya de la casa es la "Sala Italiana", como fue nombrada por el propio Sterner, un espacio asombroso con un techo abovedado, ornamentos de yeso elaborados, paredes paneladas y una monumental chimenea de piedra. Un invernadero con techo de vidrio más allá llena la casa de luz natural y vegetación, anclado por una tranquila fuente.

En la planta baja, una bodega y sala de cata ofrecen un refugio escondido y atmosférico. El comedor formal evoca una finca campestre europea, envuelta en cálidas paneles de madera; perfecto para todo, desde cenas íntimas hasta entretenimientos extravagantes.

En el piso superior, la distribución actual incluye seis dormitorios y seis baños, con amplio espacio para reconfigurarse en suites de lujo, vestidores o cuarteles para el personal. Una hermosa escalera de caracol tallada conecta cada nivel. Otras características incluyen una cocina de chef, una cocina de preparación, un centro de lavandería, un montacargas y escaleras tanto formales como de servicio.

Los planes de renovación cuidadosamente elaborados están disponibles para revisión. Esta es una rara oportunidad que ocurre una vez en una generación de poseer un hogar con una historia inigualable, integridad arquitectónica y potencial transformador.

Ubicada en el corazón del famoso vecindario de Gramercy Park, estás a solo unos momentos de la mejor gastronomía, compras y entretenimiento que Manhattan tiene para ofrecer.

A rare chance to own one of New York City's last truly remarkable, architecturally significant townhouses. Rich with history and character, this Gramercy Park gem stands out as one of the most storied private residences in the country.

The home's origins are as unique as its design. First built in 17th-century Amsterdam by affluent Dutch owners, it was carefully dismantled and shipped to Manhattan in 1845, initially finding a home on the Upper West Side. In 1910, it was moved once again, this time to its current location, where it was reimagined by celebrated English architect Frederick J. Sterner. Commissioned by sugar magnate Joseph B. Thomas, the home became known as the Joseph B. Thomas House. Since then, it has remained strikingly intact, most recently owned by a world-famous fashion designer and philanthropist. For decades, it hosted iconic parties and served as a creative salon for some of society's most influential women.

The exterior is a dramatic showcase of Gothic Revival style, with bold stained-glass windows on every level, intricate stone detailing, and a distinctive, storybook roofline. Massive carved wooden doors open into nearly 7,000 square feet across four floors plus a mezzanine, offering both grandeur and a sense of intimacy.

Inside, the home makes a lasting impression from the moment you step into the grand entry foyer, where a classic Flemish stone floor sets the tone. The showpiece is the "Italian Room," as named by Sterner himself, an awe-inspiring space with a barrel-vaulted ceiling, ornate plasterwork, paneled walls, and a monumental stone fireplace. A glass-roofed solarium just beyond fills the home with natural light and greenery, anchored by a tranquil fountain.

Downstairs, a wine cellar and tasting room provide a hidden, atmospheric retreat. The formal dining room evokes a European country estate, wrapped in warm wood paneling; perfect for anything from intimate dinners to lavish entertaining.

Upstairs, the current layout includes six bedrooms and six bathrooms, with ample room to reconfigure into luxurious suites, dressing rooms, or staff quarters. A beautifully carved winding staircase connects each level. Additional features include a chef's kitchen, a prep kitchen, laundry center, dumbwaiter, and both formal and service staircases.

Thoughtfully crafted renovation plans are available for review. This is a rare, once-in-a-generation opportunity to own a home with unmatched history, architectural integrity, and transformative potential.

Located in the heart of the famed Gramercy Park neighborhood, you are just moments away from the best dining, shopping, and entertainment Manhattan has to offer.