Cruza el camino delantera cálido por el sol, abre la puerta original y siente cómo florece la posibilidad.

Bajo alfombras desgastadas por el tiempo, los pisos de madera del siglo pasado esperan su primer destello de luz del día. La luz del sol entra a raudales por las ventanas altas, acariciando la moldura vintage y resaltando el hardware de puerta de bronce macizo que se cierra con una certeza tranquilizadora. Una acogedora sala de estar fluye hacia un comedor privado, perfecto para disfrutar de largas brunchs de domingo o animadas noches de juegos.

La cocina ya brilla: armarios blancos crujientes, encimeras de granito pulido y baldosas de fácil cuidado en el suelo significan que puedes cocinar, reunirte y celebrar desde el primer día mientras el resto de la casa despierta a tu alrededor. En la planta superior, tres dormitorios de tamaño bien pensado prometen noches tranquilas y mañanas luminosas, mientras que el baño completo está listo para un reinicio de estilo completo: tu oportunidad para crear el retiro de spa que siempre has imaginado.

Detrás de escena, los elementos costosos son nuevos: calefacción de alta eficiencia, aire acondicionado central para toda la casa y un sótano seco como un hueso listo para almacenamiento, equipo de trabajo o un futuro espacio flexible.

Por qué te encantará la ubicación

Aproximadamente 70 millas de Manhattan—alrededor de 90 minutos en coche o un viaje relajado en la línea Port Jervis de NJ Transit.

A cinco minutos a pie del Parque Davidge para paseos junto al estanque, columpios en el parque infantil y conciertos de verano.

A poca distancia de aceras del Teatro Paramount, cafés independientes y mercados de agricultores los sábados.

A pocos minutos de LEGOLAND Nueva York, huertos para recoger tú mismo y la cordillera Shawangunk para épicas caminatas y atardeceres.

Sí, las paredes anhelan un color fresco, los pisos esperan su primer lijado, y el baño suplica por una reinvención—pero la estructura es hermosa, los sistemas son nuevos y el lienzo es completamente tuyo. Trae tu visión, construye capital con cada pincelada y deja que esta Colonial Holandesa de Middletown se convierta en el telón de fondo de tu próximo capítulo.

Step across the sun-warmed front walk, swing open the original door, and feel possibility bloom.

Beneath time-worn rugs, early-century hardwood floors wait for their first gleam of daylight. Sunshine pours through tall windows, skimming vintage trim and setting off the solid brass door hardware that clicks shut with reassuring certainty. A welcoming living room flows into a private dining room—perfect for lingering Sunday brunches or spirited game nights.

The kitchen already sparkles: crisp white cabinetry, polished granite counters, and easy-care tile underfoot mean you can cook, gather, and celebrate from day one while the rest of the house awakens around you. Upstairs, three thoughtfully sized bedrooms promise peaceful nights and bright mornings, while the full bath stands ready for a complete style reboot—your chance to craft the spa retreat you’ve always imagined.

Behind the scenes, the costly essentials are brand-new: high-efficiency heating, whole-house central air, and a bone-dry basement ready for storage, workshop gear, or future flex space.

Why you’ll love the location

Roughly 70 miles to Manhattan—about 90 minutes by car or a relaxed ride on NJ Transit’s Port Jervis Line

A five-minute stroll to Davidge Park for pond-side walks, playground swings, and summer concerts

Sidewalk distance to the Paramount Theatre, indie cafés, and Saturday farmers markets

Minutes to LEGOLAND New York, pick-your-own orchards, and the Shawangunk Ridge for epic hikes and sunsets

Yes, the walls crave fresh color, the floors await their first sanding, and the bathroom begs for reinvention—but the bones are beautiful, the systems are new, and the canvas is entirely yours. Bring your vision, build equity with every brushstroke, and let this Middletown Dutch Colonial become the backdrop for your next chapter.