En el corazón de la calle más histórica de SoHo—donde las fachadas de hierro fundido y las calles empedradas susurran el pasado artístico del vecindario—se encuentra un loft que habla fluidamente el lenguaje del diseño, la discreción y la elegancia moderna.

Este lienzo de 3,000 pies cuadrados es un drama arquitectónico de refinamiento profundo. Los techos altos se elevan mientras admiras las paredes de ladrillo originales y las vigas de acero expuestas que evocan las raíces industriales del edificio. En el centro de todo, una estantería personalizada de Raphael de Cárdenas ancla el espacio con una autoridad silenciosa—parte escultura, parte declaración de buen gusto.

Entra en la expansiva sala de estar de 40 pies, donde la luz de las ventanas arqueadas de gran tamaño se derrama sobre los pisos de tablones anchos, iluminando un espacio de sala y comedor abierto, diseñado tanto para el entretenido lujoso como para las noches tranquilas en casa. La cocina del chef es un centro de comando artístico, equipada con una isla escultórica de cascada, superficies de granito, una campana montada en el techo, hornos de pared dobles y electrodomésticos integrados—incluido un enfriador de vino para esos sorbos nocturnos.

La suite principal es un refugio en todos los sentidos: voluminosa, estratificada y tranquila. Dos amplios armarios walk-in ofrecen un increíble espacio de almacenamiento. El baño de estilo spa, revestido en mármol, incluye una ducha de lluvia, doble lavabo, un inodoro privado y una bañera lo suficientemente profunda como para dejar que la ciudad se desvanezca.

Dos habitaciones adicionales, diseñadas como cómodas oficinas en casa, aportan flexibilidad para una familia en crecimiento, un estudio de diseño o la oficina en casa de ensueño que nunca supiste que necesitabas. Cada rincón ha sido considerado, desde la lavadora/seca de tamaño completo hasta el aire acondicionado central y un sistema de intercomunicación discreto.

Fuera, la calle Wooster es tan cinematográfica como se puede esperar de SoHo—más tranquila de lo que esperarías, más hermosa de lo que recuerdas. Estás a momentos de tus restaurantes favoritos y de las boutiques de la calle Prince, pero se siente como un mundo aparte. Un rincón de calma en uno de los vecindarios más cinéticos de la ciudad.

152 Wooster es un edificio boutique de hierro fundido bien mantenido que data de finales de los 1800. Originalmente construido para manufactura, el edificio fue cuidadosamente convertido para uso residencial, y mantiene una elegancia silenciosa rara vez encontrada en el mercado actual. Los residentes disfrutan de una sensación de calma y tranquilidad que solo se encuentra en edificios loft originales similares a este ejemplo histórico de originalidad de SoHo. El edificio es apto para mascotas.

Este majestuoso loft no es simplemente un hogar. Es un telón de fondo para tu próximo capítulo—ya sea que estés construyendo tu imperio, redescubriendo tus pasiones, o ambas cosas. Las fotos están prácticamente amañadas.

In the heart of SoHo's most storied block-where cast-iron facades and cobblestone streets whisper the neighborhood's artistic past-resides a loft that speaks fluently in the language of design, discretion, and modern elegance.

This 3,000-square-foot canvas of architectural drama and soulful refinement. High ceilings soar above as you take in the original brick walls and exposed steel beams that recall the building's industrial roots. At the center of it all, a custom bookshelf by Raphael de C rdenas anchors the space with quiet authority-part sculpture, part statement of taste.

Enter into the expansive 40-foot great room, where light from oversized arched windows pours across wide-plank floors, illuminating an open living and dining space designed for both lavish entertaining and quiet nights at home. The chef's kitchen is an artful command center, outfitted with a sculptural waterfall island, granite surfaces, a ceiling-mounted hood, dual wall ovens, and integrated appliances-including a wine cooler for those late-night pours.

The primary suite is a retreat in every sense: voluminous, layered, and tranquil. Two oversized walk-in closets provide incredible storage. The spa-like bath, clad in marble, includes a rainfall shower, double vanity, private water closet, and soaking tub deep enough to let the city melt away.

Two additional bedrooms, designed as convenient home offices, lend flexibility for a growing family, a design studio, or the dream home office you never knew you needed. Every inch has been considered, from the full-sized vented washer/dryer to the central A/C and discreet intercom system.

Outside, Wooster Street is as cinematic as SoHo gets-quieter than you'd expect, more beautiful than you remember. You're moments from your favorite restaurants and the boutiques of Prince Street, yet it feels like a world apart. A pocket of calm in one of the city's most kinetic neighborhoods.

152 Wooster is a well maintained boutique cast iron log building dating to the late 1800's. Originally built for manufacturing, the building was carefully converted to residential use, and maintains a quiet elegance seldom found in today's market. Residents enjoy a sense of calm and tranquility only found in original loft buildings similar to this historic example of SoHo originality. The building is pet friendly.

This majestic loft is not simply a home. It's a backdrop for your next chapter-whether you're building your empire, rediscovering your passions, or both. photos are virtually staged