Escondida en una tranquila cima de colina a solo 7 minutos del corazón de New Paltz, esta impresionante casa colonial holandesa de los años 30 ha sido completamente reinventada, donde el encanto del viejo mundo se encuentra con la artesanía moderna y el diseño curado.

Renovada de arriba a abajo por ANVO Construction con profunda intencionalidad, esto es más que una casa: es un proyecto de legado. Situada en Highland con escuelas de New Paltz, ofrece lo mejor de ambos mundos: tranquilidad rural y fácil acceso a restaurantes, senderos, Metro-North y la autovía (a solo 20 minutos del MTA y Amtrak).

El nivel principal cuenta con un cálido diseño lleno de luz, diseñado tanto para la vida diaria como para el entretenimiento sin esfuerzo: un dormitorio en la planta baja, una hermosa sala de estar con estufa de leña y estanterías personalizadas, un comedor con techos de vigas de madera expuestas, un baño completo totalmente remodelado y un increíble invernadero que difumina la línea entre el interior y el exterior. La cocina ha sido actualizada de manera reflexiva, manteniendo el encanto intemporal de la casa.

En el segundo piso, encontrarás tres dormitorios adicionales, un segundo baño completo completamente renovado y una sala/ oficina adicional que fácilmente funciona como un quinto dormitorio. Un ático en el tercer piso, al que se accede por escaleras, sirve como una sala de juegos creativa o refugio, completo con una pared de escalada y zona de descanso.

El sótano es el sueño de un carpintero: completamente seco, espacioso y ya equipado como un taller completo.

En el interior, el carácter original permanece intacto: suelos de madera, techos panelados de madera y ricos moldes originales. Sin embargo, cada rincón ha sido modernizado cuidadosamente. La calefacción y refrigeración central, un porche adicionado con pantallas de madera, paredes completamente aisladas y techos abiertos elevan el espacio sin perder su esencia.

Y luego está el granero.

Datando de la década de 1850 y ahora totalmente transformado en un espacio creativo para todo el año, es una rara joya del Valle de Hudson. Con agua, WiFi, HVAC eléctrica y un sistema de drenaje ya en su lugar, está preparado para la conversión en alojamiento para invitados o un estudio privado de trabajo/vida. Un nuevo camino de entrada conduce directamente a él para un acceso fácil y flexibilidad futura.

Los terrenos también han sido considerados cuidadosamente. Paisajistas y diseñadores de permacultura reconfiguraron la tierra, añadieron canales, plantaron más de 30 árboles y descubrieron tres arroyos naturales, creando un paisaje que es tanto impresionante como sostenible.

Esta casa no fue construida para venderse. Fue construida con cuidado, visión y propósito a largo plazo: más de cinco años de artesanía reflexiva.

Atardeceres, vistas a las montañas, un jardín plano para jugar y jardines listos para florecer, a solo minutos de Mohonk, senderos ferroviarios y todo lo mejor del Valle de Hudson.

Esto es más que una propiedad.
Es un lugar para vivir, crear y construir algo que perdure.

Tucked away on a peaceful hilltop just 7 minutes from the heart of New Paltz, this stunning 1930s Dutch Colonial has been completely reimagined—where old-world charm meets modern craftsmanship and curated design.

Renovated from top to bottom by ANVO Construction with deep intentionality, this is more than a home—it’s a legacy project. Set in Highland with New Paltz schools, it offers the best of both worlds: rural tranquility and easy access to restaurants, trails, Metro-North, and the Thruway (just 20 minutes to MTA and Amtrak).

The main level features a warm, light-filled layout designed for both daily life and effortless entertaining: a ground-floor bedroom, a gorgeous living room with wood stove and custom built-ins, a dining room with exposed wood beam ceilings, a fully remodeled full bathroom, and an incredible sunroom that blurs the line between indoors and out. The kitchen has been thoughtfully updated while maintaining the home’s timeless charm.

Upstairs, you’ll find three additional bedrooms, a second fully renovated full bathroom, and a bonus den/office that easily functions as a fifth bedroom. A walk-up third-floor attic serves as a creative playroom or retreat, complete with a climbing wall and chill-out zone.

The basement is a woodworker’s dream—fully dry, spacious, and already equipped as a full workshop.

Inside, original character remains intact: ingrained hardwood floors, wood-paneled ceilings, and rich original moldings. Yet every inch has been thoughtfully modernized. Central heating and cooling, a hemlock-screened porch addition, fully insulated walls, and opened ceilings elevate the space without losing its soul.

And then there’s the barn.

Dating back to the 1850s and now fully transformed into a year-round creative space, it’s a rare Hudson Valley gem. With water, WiFi, electric HVAC, and a drain system already in place, it’s primed for conversion to guest quarters or a private live/work studio. A new driveway leads directly to it for easy access and future flexibility.

The grounds have been equally considered. Landscapers and permaculture designers regraded the land, added swales, planted over 30 trees, and uncovered three natural streams—creating a landscape that’s both stunning and sustainable.

This home wasn’t built to sell. It was built with care, vision, and long-term purpose—over five years of thoughtful craftsmanship.

Sunsets, mountain views, a flat lawn for play, and gardens ready to bloom—just minutes from Mohonk, rail trails, and all the best of the Hudson Valley.

This is more than a property.
It’s a place to live, create, and build something that lasts. © 2025 OneKey™ MLS, LLC