Esta casa adosada de ladrillo de cuatro pisos, con entrada y garaje privados, se erige como un testimonio de la preservación inteligente y la sofisticación contemporánea. Construido en 1930, este tesoro arquitectónico se encuentra en la serena y doble cul-de-sac del distrito Kenmore-Albemarle Terrace, ocupando una de las calles ocultas más deseables de Victorian Flatbush, donde la tranquilidad se encuentra con la elegancia atemporal. La reciente renovación del hogar representa una clase magistral en el equilibrio entre la integridad histórica y la funcionalidad contemporánea. Con más de 3400 pies cuadrados, cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para honrar el carácter original de la propiedad, al mismo tiempo que se integran sin problemas las comodidades modernas. La restauración muestra pisos de madera original meticulosamente refinados, paneles de wainscoting impecables y molduras hermosamente preservadas que hablan del oficio de una era pasada.

Al entrar al nivel del vestíbulo, con una altura de techo justo por debajo de 10 pies, se crea de inmediato una sensación de grandeza. La sala de estar fluye sin esfuerzo hacia un comedor artísticamente decorado, que sirve tanto para reuniones íntimas como para grandes entretenimientos. Tres exposiciones soleadas bañan el interior de luz natural durante todo el día, mientras que el jardín orientado al sur proporciona un santuario privado al aire libre.

La renovación de la cocina ejemplifica la sensibilidad del diseño contemporáneo, con un generoso fregadero de granja, encimeras de cuarzo brillantes y electrodomésticos de calidad profesional, incluyendo una imponente cocina de gas de 48 pulgadas con seis quemadores, plancha y horno doble con un sistema de ventilación completo y un refrigerador de gran tamaño. Los armarios abundantes y una solución de despensa personalizada ofrecen un almacenamiento sofisticado para el chef exigente.

Los pisos superiores albergan la suite principal junto con cuatro habitaciones adicionales y dos baños completos. Una oficina en casa versátil ofrece la flexibilidad de servir como un dormitorio adicional, acomodando las necesidades en evolución de la vida moderna.

El nivel inferior, accesible a través de escaleras interiores desde el jardín, presenta espacios recreativos con ventanas, amplio almacenamiento, sistemas mecánicos actualizados y una lavandería. Si bien la renovación ha creado una obra maestra lista para ser ocupada, el diseño considerado del hogar permite personalizaciones sutiles que permitirían a los compradores exigentes imprimir su estilo personal mientras respetan el patrimonio arquitectónico de la propiedad.

Desde la actualización de acabados seleccionados hasta la reimaginación de ciertos espacios, la sólida base de esta restauración proporciona el lienzo perfecto para crear una residencia verdaderamente a medida. Esto es más que un hogar; es una oportunidad rara para poseer una parte de la historia arquitectónica de Brooklyn, bellamente preparada para la vida contemporánea mientras mantiene su carácter y encanto distintivos.

This semi-detached four-story brick townhouse with a private driveway and garage stands as a testament to thoughtful preservation and contemporary sophistication. Built in 1920, this architectural treasure is nestled within the serene, double cul-de-sac of the Kenmore-Albemarle Terrace District, occupying one of Victorian Flatbush's most desirable hidden blocks where tranquility meets timeless elegance. The home's recent renovation represents a masterclass in balancing historical integrity with contemporary functionality. Spanning over 3400 square feet, every detail has been carefully considered to honor the property's original character while seamlessly integrating modern conveniences. The restoration showcases meticulously refinished original hardwood floors, pristine wainscoting, and beautifully preserved molding that speaks to the craftsmanship of a bygone era.

Upon entering the parlor level, with a ceiling height just shy of 10ft create an immediate sense of grandeur. The living room flows effortlessly into an artfully appointed dining room, serving both intimate gatherings and grand entertaining. Three sunny exposures bathe the interior in natural light throughout the day, while the south-facing garden provides a private outdoor sanctuary.

The kitchen renovation exemplifies contemporary design sensibility, featuring a generous farmhouse sink, lustrous quartz countertops, and chef-grade appliances including a commanding 48-inch, six-gas burner range with griddle and double oven with a full ventilation system and an oversized refrigerator. Abundant cabinetry and a custom pantry solution provide sophisticated storage for the discerning home chef.

The upper floors house the primary suite alongside four additional bedrooms and two full bathrooms. A versatile home office offers the flexibility to serve as an additional bedroom, accommodating the evolving needs of modern living.

The lower level, accessible via interior stairs from the garden, presents windowed recreation spaces, abundant storage, updated mechanical systems, and a laundry facility. While the renovation has created a move-in-ready masterpiece, the home's thoughtful design allows for subtle customizations that would enable discerning buyers to imprint their personal style while respecting the property's architectural heritage.

From updating select finishes to reimagining certain spaces, the solid foundation of this restoration provides the perfect canvas for creating a truly bespoke residence.This is more than a home-it's a rare opportunity to own a piece of Brooklyn's architectural history, beautifully prepared for contemporary living while maintaining its distinctive character and charm.