Al entrar en la exuberante mansión de Willow Bank, uno siente como si hubiera llegado a otro tiempo, un tiempo de grandeza y prestigio. La mansión se erige como un ejemplo de la Costa Dorada y la Edad Dorada de América. Se puede imaginar a los muchos distinguidos visitantes que han llegado al patio revestido de adoquines de granito desde su inauguración.

La casa fue construida en 1920 en el estilo Colonial Revival, como se puede ver en la composición simétrica de la fachada principal, las chimeneas gemelas y las proporciones medidas de la vivienda. El renombrado arquitecto de principios del siglo XX, Bradley Delehanty, fue contratado por el financiero Francis Gordon Brown III para diseñar este elegante hogar.

La porción original de la casa es un Colonial de vestíbulo central modificado, con una escalera central en espiral que ancla el vestíbulo de entrada. La sala de estar mantiene su moldura de corona de dentículos original. El revestimiento de paneles de pino con paneles elevados, la carpintería alrededor de la chimenea y las molduras de corona de dentículos en el comedor también han sido meticulosamente conservadas a lo largo de un siglo. La sala familiar orientada al oeste y bañada por el sol cuenta con un manto de piedra verde natural tallada, arcos en las puertas y carpintería integrada personalizada con marcos radiados intrincados. Un invernadero adyacente presenta techos de tablones, muros de piedra natural y losetas de piedra de acabado natural que se transforman en piedras de paso en el patio.

Una extensa adición construida a principios de la década de 2000 llevó la casa a la modernidad: creando una cocina espaciosa para cocinar y entretener a los invitados, un comedor de cocina, una sala de estar, un estudio, un gran salón, así como una sala de masajes con una vista panóptica de los terrenos. La extensión rodea ingeniosamente un exuberante patio, proporcionando abundante luz natural y vistas hacia el jardín desde casi cualquier punto de vista dentro de la casa. El ala sur de la extensión se sitúa entre el patio y la piscina, permitiendo un flujo natural entre los espacios interiores y exteriores.

La cocina de estilo provincial francés cuenta con electrodomésticos de alta gama, puertas de armario solapadas y encimeras de mármol blanco Carrara con respaldo de losa a juego. El techo está articulado con tablones y molduras. Un comedor de cocina adyacente presenta columnas de estilo romano toscano, puertas francesas vitrificadas, revestimientos de pared provinciales franceses y está coronado con un techo de catedral octogonal lleno de luz natural y una cúpula con tapa de cobre. Una chimenea de doble cara ofrece una conexión visual entre el comedor de la cocina y la sala de estar. No se escatima en detalles, incluso en el estudio, que cuenta con techos con casetones y paneles de ranura en V para un aspecto de transición.

En Willow Bank, uno puede imaginarse disfrutando de los amplios terrenos de la mansión: ya sea caminando por el jardín privado, reflexionando junto al estanque, atravesando la pérgola de rosas o relajándose en la piscina con escalones de piedra azul celeste. Willow Bank es verdaderamente una joya con pocos igual.

Upon entering the lush estate of Willow Bank, one feels as though they have arrived in another time — a time of grandeur and prestige. The Estate stands as an exemplar of the Gold Coast and the Golden Age of America. One can imagine the many distinguished guests who have arrived in the granite cobblestone-lined drive court since its inception.

The house was built in 1920 in the Colonial Revival style, as portrayed in the symmetrical composition of the main facade, the twin chimneys, and the measured proportions of the home. Renowned architect of the early 1900's, Bradley Delehanty, was engaged by financier Francis Gordon Brown III to design this elegant home.

The original portion of the home is a modified Center Hall Colonial, with a central winding staircase that anchors the entry foyer. The living room maintains its original dentil crown molding. The original raised-panel pine wall paneling, woodwork around the fireplace, and dentil crown moldings in the dining room have likewise been meticulously maintained over the course of a century. The sun-drenched west-facing family room has a carved natural verde stone mantel, arched doorways and custom integrated millwork with intricate radiused casings. An adjacent sunroom features beadboard ceilings, natural stone knee walls, and natural cleft-finish stone slab pavers transitioning into stepping stones in the courtyard.

An extensive addition built in the early 2000's ushered the home into modern day: creating a spacious kitchen for cooking and entertaining guests, kitchen dining room, den, study, great room, as well as a massage room with a panoptic view of the grounds. The extension cleverly encircles a lush courtyard, providing ample natural light and views into the garden from nearly every vantage point inside the home. The southern wing of the extension is situated between the courtyard and the swimming pool, allowing a natural flow between indoor and outdoor spaces.

The French provincial kitchen features top-line appliances, overlay cabinet doors and natural white Carrara countertops with matching slab backsplash. The ceiling is articulated with beadboard and trim. An adjacent kitchen dining room features Roman Tuscan-style columns, glazed French doors, French provincial wall coverings, and is crowned with a daylight-filled octagonal cathedral ceiling and copper-topped cupola. A double-sided fireplace offers a visual connection between the kitchen dining room and the den. No detail is spared even in the study, which features coffered ceilings with v-groove paneling for a transitional look.

At Willow Bank, one can imagine oneself enjoying the sweeping grounds of the Estate: whether walking through the private garden, taking reflection at the pond, stepping through the rose trellis, or lounging in the azure bluestone-stepped pool. Willow Bank is truly a gem with few equals.