Un Sueño para Amantes de Terrazas

En el mercado por primera vez en más de 25 años, esta rara joya está llena de carácter y singular encanto, ofreciendo un estilo de vida poco común que no se replica con frecuencia. Con una terraza privada más grande que el propio apartamento y un atrio de vidrio para cenar, este hogar es tanto un perfecto pied-à-terre como una acogedora residencia permanente.

Llegue en ascensor a un vestíbulo semi-privado adornado con paredes exquisitamente pintadas a mano tan intrincadas que podrían confundirse con un elegante papel tapiz. Desde ahí, ingrese a una impresionante sala de estar con una chimenea de leña y un techo curvado pintado para parecerse al cielo, creando una maravillosa atmósfera y un refugio bañado por el sol.

Una atmósfera aireada se realza con la claraboya sobre la cocina tipo galera, que cuenta con amplio espacio de almacenamiento.

El dormitorio es un refugio pacífico, con una pared de muebles empotrados a medida y una encantadora ventana con mirador que tiene un banco incorporado y que da a su expansiva terraza privada de casi 1,000 pies cuadrados, una verdadera rareza en Manhattan.

Aunque situado a pocos pasos de la Grand Central Station en un condominio de estilo pre-guerra con portero en Murray Hill, esta residencia se siente como una escapada a otro mundo: un santuario secreto ubicado alto sobre la ciudad con vistas emblemáticas.

Esto no es solo un hogar: es una oportunidad única en la vida. Traiga a sus diseñadores y cree su obra maestra. ¡Actúe rápido!

A Terrace Lover's Dream

On the market for the first time in over 25 years, this rare gem is full of character and singular charm, offering a rare lifestyle not often replicated. With a private terrace larger than the apartment itself and a glass atrium for dining, this home makes both a perfect pied-a-terre and a cozy full-time residence.

Arrive by elevator to a semi-private foyer adorned with exquisitely hand-painted walls so intricate they could be mistaken for fine wallpaper. From there, enter a stunning living room with a wood-burning fireplace and curved ceiling painted to resemble the sky, creating a wonderful ambiance and sun-flooded retreat.

An airy atmosphere is enhanced by the skylight over the galley kitchen, which features ample storage.

The bedroom is a peaceful retreat, with a wall of custom built-ins and a charming bay window with a built-in bench that looks out onto your expansive private terrace measuring almost 1,000 square feet - a true rarity in Manhattan.

Though nestled just steps from Grand Central Station in a Murray Hill prewar doorman condominium, this residence feels like an escape to another world - a secret sanctuary perched high above the city with landmark views.

This is not just a home - it's a once-in-a-lifetime opportunity. Bring your designers and create your masterpiece. Act fast!