Upstate Down Interiors presenta, La Casa del Molino. Ubicada en diez acres cuidadosamente seleccionados justo afuera del pueblo de Rhinebeck, La Casa del Molino se presenta como una declaración de lujo sutil—donde el diseño no está dictado por las tendencias, sino por la atemporalidad. Originalmente construida en 1991 y ahora exquisitamente reimaginada, esta residencia principal de 4 habitaciones y 4.5 baños, acompañada de una casa de huéspedes de 1 habitación y un conjunto de detalles profundamente considerados, ofrece una rara combinación de contención arquitectónica y materialidad expresiva.

La renovación del hogar honra tanto la forma como el sentimiento. Pasillos arqueados, paredes de yeso enlucido a mano y tres chimeneas de leña evocan una sensación de calma europea. Materiales auténticos—piedra caliza antigua, terracota, madera envejecida—se combinan con intención, celebrando las imperfecciones naturales que aportan alma y suavidad a un espacio. El resultado es una atmósfera que juega en un diálogo silencioso con la luz y la sombra, donde el ritmo del día se despliega contra un telón de fondo de calidez y elegancia.

En el corazón del hogar, una cocina recién renovada sirve como utilidad y lugar de reunión, fundamentada por acabados personalizados. Los espacios de estar y comedor adyacentes son fluidos y serenos, enmarcados por iluminación artesanal y el suave resplandor de la luz del fuego. Los baños a lo largo del hogar también están elevados—cada uno con su propia paleta y tono, pero unidos por una devoción al tacto, tono y textura.

En el exterior, una piscina de gunite se acurruca en el paisaje con tranquila confianza. Los céspedes ondulados dan paso a caminos de piedra y un estanque, ofreciendo oportunidades tanto para la quietud como para el movimiento. La tierra, al igual que la casa, se siente fluida y amada—suficientemente indomable como para sentirse natural, pero editada con un ojo para el diseño.

La Casa del Molino no es solo una residencia—es un retiro para los amantes del diseño. Un lugar donde la alta artesanía y la humildad se encuentran. Donde el espacio se esculpe no solo por cómo se ve, sino por cómo se vive.

Upstate Down Interiors presents, The Mill House. Tucked into ten curated acres just outside the village of Rhinebeck, The Mill House stands as a statement of subtle luxury—where design is not dictated by trend, but by timelessness. Originally built in 1991 and now exquisitely reimagined, this 4-bedroom, 4.5-bath main residence, accompanied by a 1-bedroom guest house and an ensemble of deeply considered details, offers a rare blend of architectural restraint and expressive materiality.

The home’s renovation honors both form and feeling. Arched passageways, hand-troweled plaster walls, and three wood-burning fireplaces evoke a sense of European calm. Authentic materials—antique limestone, terracotta, aged wood—are layered with intention, celebrating the natural imperfections that lend soul and softness to a space. The result is an atmosphere that plays in quiet dialogue with light and shadow, where the rhythm of the day unfolds against a backdrop of warmth and elegance.

At the heart of the home, a newly renovated kitchen serves as both utility and gathering place, grounded by custom finishes. Adjacent living and dining spaces are fluid and serene, framed by artisan lighting and the gentle glow of firelight. Bathrooms throughout the home are similarly elevated—each with its own palette and tone, yet united by a devotion to touch, tone, and texture.

Outdoors, a gunite pool nestles into the landscape with quiet confidence. Rolling lawns give way to stone paths and pond, offering opportunities for both stillness and movement. The land, like the house, feels fluid and loved—untamed enough to feel natural, yet edited with an eye for design.

The Mill House is not just a residence—it’s a retreat for the design-minded. A place where high craft and humility meet. Where space is sculpted not only for how it looks, but for how it lives. © 2025 OneKey™ MLS, LLC