Leonardo da Vinci dijo una vez: "La simplicidad es la máxima sofisticación", y el diseño de 95 Marlborough encarna esta filosofía a la perfección. Su arquitectura minimalista pero elegante, combinada con la excepcional artesanía de las restauraciones del actual propietario, hace que este hogar sea verdaderamente notable. Construida en 1952 y diseñada por la talentosa arquitecta Nathalie Swan Rahv, la casa se erige como un testimonio de su visión. Rahv, graduada de Bauhaus en Alemania y de la Escuela de Arquitectura de Columbia, entendió que los hogares son más que solo estructuras; son espacios profundamente emocionales. Desde el momento en que entras a Marlborough, puedes sentir su genialidad. Las áreas comunes están pensadas en torno a una impresionante cocina, ofreciendo un flujo armonioso que invita tanto a la conexión como a momentos de soledad tranquila, ya sea que te reúnas con tus seres queridos o te acurruques con un buen libro. El nivel principal cuenta con tres dormitorios y dos baños completos, todos con vistas serenas a los exuberantes terrenos tipo parque y a la acogedora piscina. En el segundo piso, encontrarás un estudio con baño en suite que podría servir fácilmente como un segundo dormitorio principal o un refugio privado. El comedor formal proporciona el escenario perfecto para cenas, pero cuando el clima se calienta, la terraza al aire libre y los amplios terrenos naturalmente atraerán a tus invitados a disfrutar del entorno. También se incluye en la distribución una oficina en casa, añadiendo un toque moderno a este magistral diseño. En 95 Marlborough, cada detalle está cuidadosamente considerado: diseño en su máxima expresión. Bienvenido a casa.

Leonardo da Vinci once said, "Simplicity is the ultimate sophistication," and the design of 95
Marlborough embodies this philosophy perfectly. Its minimalist yet elegant architecture, paired
with the exceptional craftsmanship of the current owner's restorations, makes this home truly
remarkable. Built in 1952 and designed by the talented female architect Nathalie Swan Rahv, the
house stands as a testament to her vision. Rahv, a graduate of both Bauhaus in Germany and
Columbia's School of Architecture, understood that homes are more than just structures—they
are deeply emotional spaces. From the moment you step into Marlborough, you can feel her
genius. The living areas are thoughtfully centered around a stunning kitchen, offering a
harmonious flow that invites both connection and quiet moments of solitude, whether you're
gathering with loved ones or curled up with a good book. The main level features three
bedrooms and two full baths, all with serene views of the lush, park-like grounds and the
inviting pool. Upstairs, you'll find a studio ensuite that could easily serve as a second primary
bedroom or a private retreat. The formal dining room provides the perfect setting for dinner
parties, but when the weather warms, the outdoor terrace and expansive grounds will naturally
draw your guests outside to enjoy the surroundings. Also included in the layout is a home office,
adding a modern touch to this masterful design.
At 95 Marlborough, every detail is carefully considered—design at its finest. Welcome home