Una obra maestra minimalista de 4,200 pies cuadrados en una de las direcciones originales de lujo en el centro, 158 Mercer Street, 7Mercer es un loft de tres habitaciones, iluminado y en un alto piso, diseñado por Deborah Berke. El loft es raro en muchos sentidos. Incluye 16 ventanas de piso a techo con cuatro exposiciones completas; las vistas hacia el oeste se extienden sobre SoHo y hacia el río Hudson. Los techos son ligeramente inferiores a 11 pies. Cada detalle está simplificado, utilizando solo seis materiales en todo el espacio: nogal, roble, vidrio blanco, yeso, acero inoxidable y esquisto de Manhattan, que es una piedra oscura salpicada de granate. Cada accesorio es idéntico y estandarizado. Líneas paralelas y repetición inundan el hogar con luz, aire y orden; incluso la veta del suelo de roble ennegrecido fluye en líneas rectas. El vidrio y las pantallas conducen la luz profundamente hacia el interior del loft, creando uno de los pocos lofts verdaderos que es brillante en su totalidad. La habitación principal está separada de los espacios públicos por una pared de vidrio blanco, permitiendo la entrada de luz pero asegurando la privacidad total. Cada cama está construida a medida para el espacio, al igual que los armarios. En los baños, la bañera y los lavabos están fabricados a medida a partir de bloques sólidos de esquisto negro.

Un precursor del auge de lofts de lujo en SoHo, el edificio del New Museum en 158 Mercer Street es un edificio de hierro fundido de principios de siglo que fue convertido en lofts en 1996. Como un condominio de servicio completo, el edificio ofrece un portero las 24 horas, una azotea común y dos entradas para un acceso y salida discretos.

A 4,200-square-foot minimalist masterpiece in one of the original premier downtown addresses, 158 Mercer Street, 7Mercer is a high-floor, light-filled three-bedroom loft designed by Deborah Berke. The loft is rare in many senses. It includes 16 floor-to-ceiling windows with four full exposures; the western views careen over SoHo and toward the Hudson River. The ceilings are just shy of 11’. Every detail is simplified, with only six materials used throughout: walnut, oak, white colored glass, plaster, stainless steel, and Manhattan schist, which is a dark, garnet-flecked stone. Each fixture is identical and standardized. Parallel lines and repetition suffuse the home with light, air, and order; even the grain of the ebonized oak floor flows in straight lines. Glass and scrims conduct light deep into the interior of the loft, creating one of the few true lofts that is bright throughout. The principal bedroom is separated from the public spaces by a white glass wall, allowing light but assuring full privacy. Each bed is custom-built for the space, as are the closets. In the bathrooms, the tub and sinks are custom fabricated from solid blocks of black schist.

A harbinger of SoHo’s luxury loft boom, The New Museum Building at 158 Mercer Street is a turn-of-the-century cast iron building that was converted to lofts in 1996. A full-service condominium, the building offers a 24-hour doorman, a common roof deck, and two entrances for discreet entry and egress.