Una Joyita Victoriana Impecable con Vistas a las Montañas al Atardecer
Situada en lo alto de la ciudad, en una calle tranquila en el corazón de Midtown, esta luminosa casa victoriana ofrece vistas de 180 grados de las montañas al atardecer, enmarcadas por setos maduros y románticos jardines eduardianos. Construida en 1896, este hogar es una rara fusión de herencia y elegancia moderna, y fue cuidadosamente reimaginado en 2019 por dos fotógrafos con un ojo refinado para los detalles: cada habitación es un estudio de luz natural, textura y color, incluyendo una paleta cuidadosamente curada de tonos de Farrow & Ball. Cada rincón ha sido reimaginado con esmero — desde los elegantes radiadores personalizados de Castrads y el suelo de roble blanco oscuro, hasta las grandiosas ventanas Marvin que bañan el interior con luz natural. Una cocina y baños completamente reimaginados por un arquitecto evocan un lujo silencioso que se encuentra más a menudo en las páginas de World of Interiors que en una renovación promedio del norte del estado. No solo es este hogar poesía en espacio, también es técnicamente sólido — con electricidades completamente nuevas, servicio de 200 amperios y fontanería en toda la casa, integrados sin esfuerzo detrás de su estética atemporal. Los paneles solares instalados en la parte trasera de la casa proporcionan 3.4 MW de electricidad anualmente. La automatización del hogar está proporcionada a través de termostatos Nest y alarmas de humo y monóxido de carbono Nest Protect. La cocina está equipada con un fregadero de granja Rohl Shaws de 33”, grifo puente estilo Barber Wilson de la década de 1890, refrigerador Fisher & Paykel, estufa Miele de 30”, lavavajillas Miele, encimeras Caesarstone y toques personalizados en todo. Justo más allá, una dulce lavandería de dos puertas alberga una lavadora y secadora Whirlpool: utilidad elegante disimulada en el flujo de la vida cotidiana. En el segundo piso, se despliega como un santuario privado. El elegante dormitorio principal cuenta con una gran ventana que ofrece vistas impresionantes que se extienden desde Woodstock hasta Phoenicia. Un segundo dormitorio se siente suspendido en el cielo, mientras que un luminoso estudio con ventanales de vidrio de colores mira hacia el oeste, hacia las montañas. Una generosa biblioteca o sala de proyecciones ofrece el lugar perfecto para reunirse, leer o retirarse. En el tercer piso, un ático completamente revestido y aislado espera — un estudio bañado por el sol, una soñadora suite para huéspedes o una sala de escritura secreta en proceso. Situada a solo pasos del querido camino ferroviario de Kingston y equidistante del encanto histórico de Uptown, la magia frente al agua del Rondout y la energía creativa del Distrito de Artes de Midtown, este hogar está perfectamente ubicado para vivir la experiencia completa del Valle del Hudson. Rhinebeck, Woodstock, New Paltz y Stone Ridge están a 20 minutos, aunque puede que te cueste dejar este hermoso santuario.

An Impeccable Victorian Jewel with Sunset Mountain Views
Set high above the city on a quiet street in the heart of midtown, this luminous Victorian
offers 180-degree sunset mountain views, framed by mature hedging and romantic
Edwardian gardens. Constructed in 1896, this home is a rare fusion of heritage and modern
elegance, the home was thoughtfully reimagined in 2019 by two photographers with a
refined eye for detail — every room a study in natural light, texture, and color, including a
carefully curated palette of Farrow & Ball hues. Every inch has been thoughtfully reimagined — from the elegant Castrads custom radiators and dark white oak flooring underfoot, to the grand Marvin windows that bathe the interior
in natural light. An entirely architect re-envisioned kitchen and bathrooms which evoke a
quiet luxury more often found in the pages of World of Interiors than in your average upstate
renovation. Not only is this home poetry in space, it’s also technically sound — with entirely
new electric, 200 amp service and plumbing throughout, seamlessly integrated behind its
timeless aesthetic. Solar panels installed on the back of the house provides 3.4 MW of
electricity annually. Home automation is provided through Nest thermostats and Nest Protect
smoke and CO alarms. The kitchen is appointed with a Rohl Shaws 33” farmhouse sink, Barber Wilson 1890’s style
bridge faucet, Fisher & Paykel refrigerator, Miele 30” range, Miele dishwasher, Caesarstone
countertops and custom touches throughout. Just beyond, a sweet two-door laundry room
holds a Whirlpool washer and dryer — stylish utility tucked discreetly into the flow of
everyday life. Upstairs, the second floor unfolds like a private sanctuary. The elegant main bedroom features
a grand picture window with an expansive mountain-facing window — offers breathtaking
views stretching from Woodstock to Phoenicia. A second bedroom feels suspended in the sky,
while a luminous study with stained glass windows gazes west toward the mountains. A
generous library or screening room offers the perfect place to gather, read, or retreat. On the
third floor, a fully drywalled and insulated attic awaits — a sun-soaked studio, dreamy guest
suite, or secret writing room in the making. Set just steps from Kingston’s beloved rail trail and equidistant to Uptown’s historic charm, the Rondout’s waterfront magic, and the creative energy of the Midtown Arts District, this
home is perfectly placed for the full Hudson Valley experience. Rhinebeck, Woodstock, New
Paltz, and Stone Ridge are all within 20 minutes — though you may find it hard to leave this
gorgeous sanctuary.